¿Cómo ser un Buen Arrendador y un Buen Arrendatario?

Fecha: 05-01-2021

En este artículo vamos a referirnos del decálogo del buen propietario/arrendador y el buen arrendatario puesto que cada vez son más frecuentes los contratos de alquiler debido a que muchas personas y familias, a falta de oportunidades o por distintas circunstancias no han podido acceder a una vivienda propia.

La primera ordenanza que ayuda a un propietario y a un inquilino a saber cuáles son sus derechos y obligaciones, es la creación de un contrato claro y sencillo, para ello es requerido que acudan a un profesional o un corredor de propiedades de su confianza que les recoja todas las cuestiones que sean de su interés y se puedan mediar en el contrato de arrendamiento.

El buen arrendatario debe pagar la renta en tiempo y forma sin producirse ningún retraso, por su parte de un buen propietario debe garantizarse que incluso ante el incumplimiento del deudor va a poder cobrar su renta

El buen inquilino debe mantener la vivienda en perfectas condiciones y no causar daños a la propiedad ya que de ser así deberá responder con la fianza o garantía de esos daños.

Por su parte el buen propietario debe entregar la vivienda en perfectas condiciones de uso y asimismo garantizar que el inmueble esté ok para ser habitado.

El buen inquilino debe respetar las normas de la comunidad y los estatutos y no causar problemas a los vecinos y por su parte el buen propietario debe hacer todo lo que esté en su mano para que no le causen problemas a su inquilino, incluso en reuniones de comunidad de propietarios haciendo valer los derechos del mismo para un disfrute pacífico de la vivienda.

Al inquilino y al propietario les interesa regular la realización de obras de mejoras en la vivienda porque algunas pueden estar prohibidas en el contrato de arrendamiento o bien se puede pactar y llegar a un acuerdo para la realización y con una rebaja de la renta para el inquilino por la mejora que va a dejar en la vivienda.

El buen inquilino y un buen propietario deben detallar con la mayor precisión posible de quién se hará cargo de pagar los desperfectos de la vivienda ya que hay algunos que pueden ser por un uso normal y otros que pueden ser por un mal uso o por la antigüedad del inmueble.

El inquilino y el propietario deben pactar y cumplir extrictamente los tiempos establecidos en el contrato de arrendamiento, no dejar pasar a aquellos que tengan un plazo mínimo y también fijar con claridad los tiempos máximos en que deben comunicarse o realizar las acciones que se contemplan en el contrato.

Inquilino y propietario deben acordar quién y de qué forma se van a pagar los diferentes suministros y gastos del inmueble, al propietario le puede interesar que el inquilino no haga convenios con las empresas de suministros a su nombre como el agua potable y la electricidad a fin de que si no los paga no vayan contra el propietario. Asimismo hay que pactar quién paga a la comunidad los gastos comunes ya que son gastos que deben asumirse en tiempo y forma y es importante que ambas partes tengan claro de quién los asume.

El inquilino debe dejar la vivienda en las mismas condiciones en que le fue entregada a fin de que el propietario no pueda quedarse con la garantía, por su parte el propietario debe devolver la garantía en la entrega de llaves una vez comprobado que el inmueble está en perfectas condiciones.

El buen inquilino y el buen propietario deben mantener una buena relación entre ellos respondiendo y negociando sobre las cuestiones que cada uno requiera al otro, para ello es interesante poner los medios de comunicación que pueden existir como por ejemplo los e-mails en el propio contrato de arrendamiento.

Estos han sido algunos consejos para una buena relación entre inquilino y propietario, espero que sean muy útiles para todos.