Los mejores Activos para Invertir

Fecha: 05-01-2021

En este artículo pretendemos acercar ideas que pueden ser de gran utilidad a la hora de cuidar e invertir nuestros ahorros. Y precisamente, en esta ocasión vamos a tratar de responder a una cuestión fundamental que todo ahorrador se hace una y otra vez: ¿En qué activo es mejor invertir? ¿Qué activos nos pueden dar mayor rentabilidad y a la vez más seguridad? Porque… podemos ahorrar, sí, pero si no invertimos nuestros ahorros de una forma adecuada el costo de oportunidad, tal y como vamos a ver, puede llegar a ser enorme.

Pues bien, lo primero que tenemos que hacer a la hora de invertir nuestros ahorros es escoger entre las dos grandes posibilidades que nos brindan los mercados: Tenemos que elegir entre convertirnos en prestamistas, es decir, invertir en activos monetarios (depósitos, deuda, productos de renta fija) O ser propietarios, lo que significa invertir en activos reales. Activos como las acciones, los bienes raíces, materias primas, participaciones en un negocio, etc.

La diferencia esencial está en que mientras los activos reales implican algún tipo de relación de propiedad y la renta que obtenemos puede ser muy variable, los activos monetarios no suponen más que una promesa de pago de rentas en el futuro. Es decir prestamos nuestro dinero a cambio de la promesa de recibir unas rentas predeterminadas en el futuro. No existe por tanto ninguna relación de propiedad. Esto como vamos a ver tiene importantes consecuencias. Pero, ahora bien, la pregunta que tenemos que hacernos en primer lugar para decidir dónde invertir nuestro dinero, si en activos reales o en activos monetarios, creo que está claro, ¿verdad? ¿Cuál de las dos inversiones será más rentable a largo plazo? Pues bien, aunque el futuro por definición es incierto, en este estudio que estás leyendo, Jeremy Siegel analiza la rentabilidad real - es decir, una vez descontada la inflación - de varios activos en los Estados Unidos durante ni más ni menos que doscientos diez años.

Del año 1802 al año 2012. Los resultados son muy claros. Durante esos dos siglos la inversión en acciones ha obtenido una rentabilidad, insisto, REAL, del 6,6% cada año. Frente a ella, la rentabilidad de la inversión en bonos fue del 3,6%. Y, por supuesto, si no hubiéramos optado por invertir nuestros ahorros en absoluto y hubiéramos preferido mantener nuestra posición en efectivo entonces la inflación nos hubiera devorado el 95% del valor de nuestro dinero. Esto son resultados para los Estados Unidos, pero diversos estudios, han analizado también las rentabilidades reales en otros muchos mercados y los resultados son siempre similares. Ya lo ves, a la hora de invertir nuestros ahorros, la evidencia empírica nos dice que la inversión en activos reales y, sobre todo en acciones, es con diferencia la mejor alternativa posible. Cualquier otra opción nos supone el riesgo de tener que asumir un costo de oportunidad que puede llegar a ser muy grande. Y es que, ojo, porque hay un detalle muy importante que no solemos tener en cuenta. Una diferencia en la rentabilidad real de dos o tres puntos puede no parecernos gran cosa… pero lo cierto es que a largo plazo se nota mucho y la volatilidad de las acciones es incluso inferior a la del resto de los productos.

En fin, este es el motivo por el que a largo plazo las acciones y los fondos que invierten en acciones suponen el mejor activo posible para cuidar de nuestros ahorros.